¡Hola! ¿Estabais ansiosos por conocer la historia de Margarita la llama? Tenemos buenas noticias, ¡no tenéis que esperar más!
Érase una vez, en una granja a las afueras de Cuenca, una
familia muy particular, una familia de llamas. Margarita es el miembro más especial de esta curiosa familia. Vive con papá llama y mamá alpaca, y le gusta jugar con su prima la alpaca Paca.
Margarita, es así de especial porque quiere estudiar y formarse para tener un gran futuro, algo no muy común en su familia. Va a ser la primera llama universitaria de la granja. Así, le comenta a sus padres la idea de ir a la gran ciudad. Estos la apoyan, pero se ponen muy tristes. Para animarlos, Margarita decide pasar una tarde familiar de juegos de mesa. Además, decide invitar a su prima Paca, ya que la va a echar mucho de menos.
Al día siguiente, Margarita emprende su camino siguiendo las instrucciones de su madre. Sin embargo, este camino, no es corto, ni fácil, en él, tiene que superar numerosos contratiempos. El primero de ellos, no tarda en llegar. Nada más salir de su querida granja, Margarita se encuentra con un cruce de caminos. Tras calcular cuál es más corto para llegar a su destino, continúa su viaje.
En su travesía, Margarita observa con curiosidad la cantidad de árboles y plantas que no había en la granja, y cuyos nombres desconoce. Mientras observa los tulipanes, ve como algo se mueve entre ellos. ¿Qué es? ¡Oh, un lagarto! Al principio, la llama se asusta al ver al reptil, pero este le sonríe y comprende que no le va a hacer nada malo. El lagarto se presenta:
-¡Hola! ¿Cómo te llamas? Yo soy Santiago, y me encanta viajar.
-Me llamo Margarita, y voy a estudiar en la universidad.
Santiago se interesa por la historia de Margarita, pues no había visto antes una llama. Con dificultad, ya que Santiago no conoce el idioma de las llamas ni Margarita el "lagartijo", se cuentan sus vidas y planes. Santiago, debido a su vocación de explorador, decide acompañar a su nueva amiga hasta su destino.
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"Black Eyed Llama" |
Durante el camino, ven un cartel anunciador de un concierto del grupo favorito de Margarita: "Black Eyed Llama". Santiago no lo conoce, así que decide cantarle una de sus canciones preferidas.
Mientras la pequeña llama muestra a su amigo sus dotes musicales, ven como un río corta el camino, pero no hay puente para cruzarlo. Así, deciden buscar un puente siguiendo su cauce. Tras un rato caminando, lo encuentran, pero para poder cruzarlo necesitan resolver una prueba, pues es privado.
Margarita y Santiago consiguen superar la prueba, aunque se mojan con las salpicaduras del río al cruzar el tembloroso puente colgante. Tras secarse al sol junto a su compañero de viaje, Margarita saca las instrucciones que le había dado su madre antes de salir de la granja. Pero, para su sorpresa el papel esta mojado, y algunas palabras se encuentran borrosas.
Nuestros aventureros consiguen descifrar las indicaciones, continuando su camino y por fin, en el horizonte, ven los altos edificios de la ciudad. Margarita emocionada empieza a andar mas rápido para llegar. Sin embargo, esta oscureciendo, y Santiago la convence para que monten la tienda de campaña.
Amanece temprano y, mientras Margarita no ha podido dormir bien a causa de los nervios, Santiago todavía ronca. Así decide ir a hacer un poco de ejercicio como hacía en la granja cada día. Tras correr un rato, la llama hace el desayuno, y despierta a su pequeño amigo con alegría, no puede aguantar la emoción por llegar.
Empiezan a andar y ven un cartel que dice que quedan 5 kilómetros para llegar. Conforme caminan, ven que hay mucha gente que van hacia su mismo destino. De repente, Margarita se para, congelada. Santiago, se da la vuelta al ver que su amiga se frena, y le pregunta. Sin embargo, ésta no le contesta. Está embobada mirando a un punto en el camino. Santiago sigue la mirada de Margarita y descubre que es lo que paraliza a la llama: ¡Es Black Eyed Llama, su grupo favorito!
La emoción embarga a nuestra querida Margarita que, acompañada de Santiago, habla con los músicos, entusiasmada. Caminan durante un trecho juntos, cantando y hablando como si se conocieran de toda la vida. Llegado el momento, sus caminos se separan, pero no sin antes regalarle a Margarita una foto con sus firmas.
Con su nuevo regalo, retoman el camino con ganas e ilusión. ¡Ya queda menos! Sólo falta un kilómetro. Llegan a un nuevo cruce de caminos y deciden preguntar a algún viandante cual es el que lleva a la universidad. Ven a un policía, y éste les indica por dónde deben ir.
Por fin, Margarita y Santiago llegan a la universidad. Así, se dirigen hacia la Secretaría para matricular a Margarita pero, para su sorpresa, la secretaria sólo habla inglés. Tras poder comunicarse con ella, con algo de dificultad, solucionan los papeles. Ya lo podemos decir ¡Margarita es universitaria!
Y colorín, colorado, ¡este cuento se ha acabado!